Lipofilling facial

El lipofilling facial es un procedimiento quirúrgico que permite aumentar el volumen facial a través de la transferencia de grasa obtenida mediante liposucción.

También favorece el rejuvenecimiento de la piel debido a la acción de las células madre que contiene la grasa procesada. Este procedimiento está asociado a otras intervenciones faciales como la blefaroplastia o el lifting.

En muchas ocasiones, el lipofilling, permite realizar un lifting cervicofacial menos agresivo y con mejores resultados gracias al efecto rejuvenecedor que proporciona.

Para qué sirve el lipofilling facial

A nivel estético, el lipofilling permite el rejuvenecimiento facial, devolviendo el volumen perdido en la cara por el proceso de envejecimiento. En lo que respecta a la cirugía reconstructiva, el uso del lipofilling está indicado en los casos de lipoatrofias faciales como el síndrome de Parry-Romberg o la lipoatrofia facial asociada al tratamiento retroviral del VIH.

Recomendaciones

Antes de someterse a la cirugía de lipofilling se aconseja al paciente:

• Hidratación tópica de la zona a tratar.
• Medicamentos para después de la cirugía.
• Dejar de fumar inmediatamente.
• Evitar la aspirina.

Cirugía

La intervención puede realizarse bajo anestesia local o general, solo en ocasiones excepcionales requiere de ingreso hospitalario.

La cirugía en sí implica los siguientes pasos:

• El doctor recomendará si el paciente debe someterse a sedación intravenosa o anestesia general.
• Se procede a extraer grasa de partes específicas del cuerpo del paciente mediante liposucción, esta grasa es extraída de las zonas que el paciente desea reducir.
• Purificación: una vez eliminada una cantidad suficiente de grasa, se procede a depurar mediante limpieza con suero. Este procedimiento se realiza con el fin de separar las impurezas y las toxinas de la grasa.
• El tejido obtenido se coloca mediante unas micro cánulas en el área específica donde el paciente desea el aumento.

Recuperación

Luego de la cirugía, es de esperar que la zona tratada presente inflamación, retención de líquidos y hematomas durante un periodo que comprende las dos o tres semanas.

Se recomienda llevar una faja de compresión para reducir la inflamación y comprimir la piel en la zona liposuccionada.

Por lo general, la mayoría de los pacientes se recupera del lipofilling rápidamente y vuelven a la rutina a los pocos días.

Lipoatrofia facial en pacientes con VIH

Una de las características más destacadas de la lipoatrofia facial en este tipo de pacientes son las mejillas hundidas. Puede que esta lipoatrofia sea leve, apenas percibida por la persona que la padece y por quienes la rodean. Sin embargo, si esta empeora, es posible notar las líneas de la musculatura facial (músculos de la cara) a través de la piel.

La lipoatrofia facial también causa disminución de la grasa alrededor de la nariz y de la boca, lo que produce pliegues profundos en la piel, especialmente cuando se sonríe o mastica.

La grasa de las sienes y la concavidad de los ojos también se ven afectados a veces por la lipoatrofia. Cuando la grasa de estas partes de la cara comienza a disminuir, es posible que se desarrolle una apariencia esquelética.

Aún no está claro cómo es que ocurre la lipoatrofia en las personas con VIH positivo, pero se presume que es un efecto secundario de la terapia antirretroviral.